Los Santos Mártires: Vicente, Sabina y Cristeta

Santos Mártires

El 27 de octubre se celebran los Santos mártires talaveranos: Vicente, Sabina y Cristeta. Pero, ¿qué sabemos de estos hermanos?

 

Contexto histórico

La mayor persecución de los romanos hacia los cristianos se lleva a cabo por el  emperador Diacleciano entre el 303 y 313 d. C. Su objetivo era restaurar las tradiciones paganas en un momento en el que el cristianismo ganaba fieles en todo el imperio.

Los Hermanos

Vicente, Sabina y Cristeta eran tres hermanos nacidos en Talavera de la Reina. Huérfanos a muy pronta edad, Vicente, el mayor, ejerció de padre para sus hermanas, además era conocido por ayudar a los más necesitados.

Vicente, el hispano, el cristiano

Como castigo, el emperador ajusticiaba al más ejemplar de los cristianos, obligándole a renunciar a su fe y a presentar ofrendas a los dioses romanos. Exactamente eso fue lo que le sucedió a Vicente, aunque con un final inesperado.

La Leyenda

Al ser apresado Vicente fue llevado al templo de Júpiter de la ciudad de Talavera, situado donde se encuentra la actual Colegial, pero al pisar la primera piedra dentro del templo, esta se derritió como si  fuera cera y Vicente dejó marcados sus pies y su bastón. Dicha piedra podemos encontrarla actualmente en la capilla de los Santos Mártires de la Iglesia Santa María La Mayor.

Los pueblos de San Vicente

Sus hermanas consiguieron que huyera con ellas a caballo hacia la sierra pasando por pueblos que hoy en día rinden homenaje a este hecho, como son: La Sierra de San Vicente, el cerro de San Vicente, Hortigosa de San Vicente o  Hinojosa de San Vicente. Finalmente, los hermanos fueron apresados a las afueras de Ávila y desmembrados en el proto, dejando sus restos esparcidos en el suelo y custodiados por una gran serpiente.

El judío

Un judío que por allí pasaba quiso profanar sus cuerpos, peor la serpiente se enroscó en su cuello para asfixiarle. Arrepentido, el judió juró convertirse al cristianismo y dar sepultura a los restos si salía ileso. De este modo, el judío cumplió su promesa y tiempo más tarde, sobre estos restos se edificó una iglesia, hoy conocida como la Basílica de San Vicente (Ávila).