SANTA CATALINA

Un Monasterio de Reyes.

Tierra de reyes, cruce de caminos, lugar de paso…

A Talavera se le ha llamado de diferentes formas pero hay una de ellas que se cumple cuando hablamos de Santa Catalina. Cuando Felipe II pasaba por nuestra ciudad se alojaba en este monasterio Jerónimo. Los reyes católicos también elegían este monasterio para descansar en sus viajes.

Su historia…

La historia de este monasterio fundado bajo la advocación de Santa Catalina nos lleva al siglo XIV con el nombramiento de Pedro Tenorio como arzobispo de Toledo. Dicho arzobispo talaverano era un gran amante del patrimonio, a él se le debe la construcción de grandes obras como la reforma del claustro de la catedral de Toledo, el famoso puente del municipio de El Puente del arzobispo o en Talavera, el cenobio de Santa Catalina o la conocida como Casa de los Canónigos de La Colegial. Esta casa ayudaría a que sus moradores llevaran una vida reglada y en comunidad. Pero los canónigos nunca llegaron a aceptar mudarse a la casa propuesta por el arzobispo y en 1397 se cedió a la Orden de Los Jerónimos.

Sus posesiones…

En un primer momento fue habitada por seis monjes de Sisla en Toledo pero con el paso del tiempo llegaron a ser unos cuarenta. Estos monjes, además de ser grandes guías espirituales, resultaron ser grandes gestores de lo material. Gracias a donaciones y bulas, el monasterio poco a poco se fue engrandeciendo, llegando a ser uno de los más importantes de España tras el Escorial y Guadalupe.

Se tiene conocimiento de que poseían molinos harineros, un lagar de aceite, unas tenerías, más de 10 000 cabezas de ganado, licencia real para la cría equina, colmenas, olivos, dehesas y una de las mayores boticas de aquella época, entre otras muchas propiedades.

Su iglesia…

El corazón de este monasterio sin duda alguna, es su iglesia. De aquella primitiva del siglo XIV queda muy poco, lo que actualmente contemplamos pertenece a los siglos XV y XVI. La capilla mayor, considerada una joya del renacimiento, fue trazada por el arquitecto del momento: Alonso de Covarrubias. La escalera helicoidal volada del maestro Guerra de 1551, es otra de las sorpresas de esta iglesia. Hay pocos ejemplos en España y es un verdadero disfrute poder subir por ella hasta llegar al coro, en el que se conserva un libro de canto de piel datado en el siglo XVI.

Las vistas…

La visita de esta iglesia culmina con la subida por la escalera de caracol hasta el cimborrio y el Mirador de la Reina. Desde aquí, el visitante se sorprende por las vistas. Al norte la Sierra de Gredos y al sur los Montes de Toledo, con el río y sus puentes en un primer plano. Sin duda una visión sobrecogedora que permite trasladarnos a una Talavera de otro tiempo.

Si te gustaría conocer de primera mano esta iglesia, contacta con nosotros en el Instagram de @visitastalavera o a través de reservas@visitastalavera.es